Tras un intento de escapada en Semana Santa frustrado por motivos laborales, nos habíamos quedado con muchas ganas de salir del pueblo; se acercaba el puente de mayo, mi situación laboral seguía siendo la misma; de nuevo no nos atrevemos a reservar nada. Unos días antes y viendo que mi entrevista no va a tener lugar, nos ponemos manos a la obra y entre varias opciones decidimos irnos a Chefchaouen a desconectar (estuvimos en 2004, pero solamente de pasada una mañana y nos quedamos con ganas de más); sin embargo nos tememos que todo esté lleno.