Capítulo 2: Santorini
SANTORINI
Santorini es un pequeño archipiélago circular formado por islas volcánicas, localizado en el sur del Mar Egeo, unos 200 km al sureste del territorio continental griego.
Santorini es, en esencia, lo que queda de una enorme explosión volcánica que destruyó los primeros asentamientos existentes, haciendo desaparecer gran parte del territorio de la antigua isla y provocando la creación de la caldera geológica actual. Su espectacular belleza, junto con una animada vida nocturna, la han convertido en uno de los principales destinos turísticos de Europa. Sus construcciones tienen un aspecto oriental, con casas blancas y marcos de ventanas y puertas en azules.
Una gigantesca laguna central, más o menos ovalada, y con unas medidas de unos 12 por 7 km, está rodeada por tres lados por altos acantilados de unos 300 metros de altura. Las pendientes de la isla descienden desde lo alto del acantilado hasta el circundante Mar Egeo. En el cuarto lado, la laguna está separada del mar por una isla mucho más pequeña llamada Therasia; la laguna se une al mar por dos sitios, al noroeste y al sudoeste. Las aguas en el centro de la laguna tienen una profundidad de unos 400 metros, haciendo así posible la navegación de todo tipo de buques. Los puertos de la isla están todos en la laguna, y la capital, Fira, cuelga de lo alto del acantilado, sobre la ladera que desciende hasta la laguna
Isla principal
1. QUÉ VISITAR EN THIRA, capital de la isla.
1) Museo Prehistórico de Fira (3€,antes esa entrada valía también para el Arqueológico, ahora no). Frescos de Acrotiri.
2) Catedral Ortodoxa Vistas desde la terraza contigua.
3) Barrio de Kato Fira
Laberinto de calles. Dos iglesias: Agios Ioannis y Agios Minas. En C/ Agiou Miná, llena de cafés y restaurantes, al lado del acantilado.
4) Subir a la dcha. a la C/ Ipapandis, llena de tiendas y con casas señoriales (archontiká), entre las que destaca la casa Nomiko (nº 76)
5) Museo Arqueológico de Fira. Arte Cicládico, ánfora de época arcaica, jarrones ss. V-III a.C.
6) Recorrer la C/ Erithrou Stavrou (Cruz Roja), estampa típica de Santorini. Con bóvedas de medio punto, destacan la casa Kutsoyanopulos (nº 182) y el palacio Ghizi (de pago), centro cultural donde se conservan manuscritos, etc.
7) Tras el palacio Ghizi, a mano derecha, antiguo convento de las Hermanas de la Caridad, taller de fabricación de alfombras. Claustro e iglesia abacial.
8 ) Catedral católica.
9) Escaleras a C/ Nomikó.
Capilla de Agios Stilianos, al borde del precipicio; campanario de 4 colores.
Curva de Pastuli, las vistas más célebres de Santorini.
10) Barrio de Frangiká, barrio norte. Comunica Fira con Firostefani.
11) Excursión a pie hacia Firostéfani primero, a Imerovigli después y terminando en Skáros. Conviene hacerla por la mañana temprano, por el sol, que no dé de cara.
FIROSTEFANI.
Pueblo pegado al acantilado. Vistas. En la plaza, iglesia de Agios Ierasimos.
Monasterio de Agios Nikolaos, 1651.
Iglesia abacial, con iconostasio; dependencias comunes y celdas.
IMEROVIGLI.
Antiguo puesto de vigilancia. Bordeando la caldera se llega a un sendero y unas escaleras que conducen a la cercana ciudadela de Skáros. Capilla de Theoskepasti. Vistas.
2. ATARDECERES
El más famoso, el de Oia (Ia, Ea). Pero muchos recomiendan también el de Firostefani, ya que tienes el volcán enfrente y el sol se mete por Thirasia. En Thira es bonito verlo en el Café del Mar.
3. COMER EN SANTORINI
Cadena Gyros, por toda la isla, baratos y buenos.
En Firostefani: -Il Cantuccio italiano.
En Thira:
Dyonisios. Bueno pero caro. Pulpo asado y botella de vino, 32 eur. En pleno centro calle más concurrida, zona playa Vylchada.
Nicolas, comida tradicional y calamares estupendos (al lado de Dyonisios).
Castro, en la zona del teleférico. Preciosas vistas de Thira de noche. Pizza y mousakka, 21 eur.
Oliva, c/Erithrou Stravou. Bueno y barato!
-Corner es de tortillas y crepes a muy buen precios, está en la primera calle que sube hacia las tiendecitas. Tiene sombrillas.
En Perissa: Markos, último restaurante antes del acantilado. 2 platos, 8 eur. especialidades griegas. Terraza con vistas al mar.
Taberna Michalis. 2 platos 8 eur. mousakas, pescado.
Aquarius, cocina italiana 13 eur.
En Oia: Flora. Pasta y pizza, 21 eur calle peatonal con terraza suspendida.
Oia es un gyros, callejón detrás de la iglesia con terracita.
Taverna Anemomilos. Al lado hotel. Mismo nombre, comida casera, entrantes 3 euros, platos 9 euros.
En Kamari: Almira, al final de la playa en la zona opuesta al monte, buena calidad-precio, buena cocina, 12 eur dos platos.
The red dollar, buenas parrilladas, menus para 2 de 20 a 25 eur.
Alexander, buen sitio, calle que sale de la playa en la zona de la montaña, menus 10 eur.
Degustación de vinos a 500 m antes de llegar a Kamari, ofrecen los secos, nikteri y rivari y los dulces; visato y athiri, museo del vino, fases de la vinificacion. Interesante.
En Imerovigli: Taverna Capitan John (gianis) en la roca, platos de 6 a 9 euros a 5 km al este de Baxedes por la carretera, cartel en la curva.
Martes 7 de Julio
Nos levantamos y, después de
desayunar por última vez en nuestro patio, nos vamos para el puerto de Chora a
pillar los billetes (comprados previamente por internet). Llega el ferry y nos
sentamos. El chico que nos atendió en la oficina de los ferries parecía un poco
acarajotado y de hecho muy allá no debía de estar, porque le pedimos ventana y
lo único que conseguimos fue que nos diera una ventana y asientos separados
(ver para creer); en fin, como había dos asientos libres al lado de la ventana
asignada, nos sentamos juntos para poder comernos el bocata del almuerzo (un
pan magnífico de Naxos que allí mismo cortamos en rebanadas, acompañado de
embutido y bebida. Esta vez vamos en el compartimento 3, mejores vistas y
ventanales grandes. En el último bocado de nuestro almuerzo llegan los dueños
de los asientos que habíamos ocupado (eran españoles), pedimos disculpas, nos
levantamos y a nuestros asientos. Lectura del libro (que me tenía enganchada) y
se empieza a divisar Santorini. Me voy a la cubierta a hacer fotos. La llegada
a la isla es espectacular; una fila de muchos pueblecitos blancos encaramados
encima de una gran peña (salvando las distancias me recuerda a mi pueblo que
también está ubicado en lo alto de una peña).
Estuvimos un rato para
salir, estaba llenito de coches, un calorín allí metidos que no veas.
Al bajar, nos localiza un
tipo con una furgona que nos dice que nos sube por 5€ pax, aceptamos y una vez
llena nos sube por una carretera con muchas curvas y en algunos tramos bastante
estrecha para ser de doble sentido. En el puerto de Athinios, donde llegamos,
sólo atracan los ferries; los barcos grandes de cruceros no llegan a este
puerto, sino que fondean en el antiguo puerto de Fira, y desembarcan a los
cruceristas en unas barquitas que los llevan al viejo puerto, al pie de esa
cuesta en zigzag que se ve en la foto de Fira de antes; una vez allí, tienen
tres posibilidades para subir: burro, teleférico o andando, que creo que poca
gente lo hace. Nada más llegar a Fira te encuentras el trasiego de burros,
dicho sea de paso, muy limpios y arregladitos (aunque dejan unas caquitas no
tan limpias).
En la primera parada, nos toca bajarnos a
nosotros; nos dice el tipo que el hotel está ahí arriba y nos deja debajo de
una cuesta muy empinada con una calor del demonio a las cinco de la tarde. La
cuesta era larga tela, me acordé de la family del furgonetero. Llegamos a una
plaza donde está la catedral y allí en teoría debía de estar nuestro hotel, que
daba a la caldera (unas vistas estupendas).
Después de preguntar, lo localizamos; para
llegar había que bajar una calle con escaleras bastante empinadas. Al llegar al
hotel, el único de los alrededores con las paredes de color ocre, se abría una
puertecita y más escaleras, perdí la cuenta del número de tramos que bajamos
tirando de las maletas, pero al menos a priori tenía buena pinta el hotel; una señora mayor nos sale al encuentro y nos dice que la
sigamos; pasamos por esta primera maravillosa terraza, que no era la nuestra.
Seguimos bajando y nos
enseña primero una habitación que da a otra terraza. Soltamos las maletas
(estamos sudando como pollos) y la señora nos dice que la sigamos para ver la
otra habitación. La señora, entrada en años, bajaba diligentemente por unos
tramos de escalera cada vez más estrechos y sin pasamanos. Yo, mirando desde
arriba, no dejaba de pensar que con el vértigo que manejo a ver cómo me las
apaño, pero bien, sin problemas. Bajadas las escaleras, tocaba subir otro tramo
para llegar por fin a la otra habitación situada en una terraza inferior que
era más pequeña, pero igualmente con buenas vistas. Las habitaciones estaban
como excavadas en la roca, no muy amplias pero suficientes. Tenemos una terraza pequeña para nosotros,
con unas vistas estupendas a la caldera y mi cuñada, en la planta de arriba,
una terraza más grande pero compartida con la habitación de al lado (cuyos
habitantes no llegamos a ver en los días que estuvimos allí). Aceptamos y nos
instalamos. Ducha y vuelta por el pueblo.
Muchas tiendas y mucha
gente, bastante más que en Naxos.
Nos fuimos a por el coche a
la empresa donde habíamos alquilado: Budget. Es la que estaba más lejos, qué
torrao subiendo la cuesta en busca de la oficina!! Por fin la encontramos y no
tenían disponible el Picanto que habíamos alquilado. Nos ofrecen uno más
grande, le decimos que no, que queremos uno pequeño, la chica mirándonos raro e
insistiendo en que era el mismo precio, mi santo diciéndole que era por el
aparcamiento... Total, al final nos dicen que nos dan otro más pequeño, pero
que tenemos que esperar cosa de una hora a que devuelvan uno, y allí que nos
quedamos. Pasa el tiempo y nada; finalmente, como no llega el coche esperado,
van a la oficina del aeropuerto por un C3 (al menos, eso nos dicen). No nos
gustó mucho la atención dada en esta empresa. Nos montamos y empezamos a notar
que estaba bastante zarrapastroso, sonaba a lata que no veas. Decidimos ir a
Oia a ver el famoso atardecer. Llegamos algo tarde, aparcamos al principio del
pueblo y no llegamos a tiempo al sitio donde después vimos que se concentraba
el personal para verla, pero verla la vimos y mucho más tranquilamente que al
día siguiente.
Dimos un paseo por el pueblo
viendo anochecer; nos pareció un pueblo precioso, con más glamour que Fira,
galerías de arte y tiendas más alternativas que las de la capital.
Cenamos en el restaurante
Thomas Grill (36,10 la cena para tres), que nos pareció que tenía buena pinta y
al día siguiente lo vimos recomendado en la guía. Nos volvimos a Fira y al
hotel.
Miércoles, 8 de Julio
Me despierto muy temprano y
aprovecho para irme a la terraza a disfrutar del fresquito. Mi santo y cuñada
se levantan a una hora más normal que la mía y se van a dar un paseo junto al
acantilado de la caldera (yo no voy porque a esa hora ya llevo no sé el tiempo
despierta y me da el sueño); desde el hotel, en Kato Fira, pasaron por Firostefani
(pueblo de al lado) e Imerovigli y llegaron junto a la ciudadela de Skaros. A
la vuelta han subido los cruceristas y todo está masificado.
Este día lo dedicamos a los
museos: el de Arte Prehistórico, con algunos de los maravillosos frescos de
Akrotiri (precio 3 €; antes con esta entraba se accedía también al
arqueológico, ahora tienen precios independientes; vamos que han subido al
doble).
Después nos fuimos al Museo
Arqueológico (también 3 €) y para finalizar nuestro tour museístico fuimos a
una exposición de reproducciones de Akrotiri que nos costó 4 € por persona, que
es interesante, pues están representadas todas las pinturas pero que se me
antojó un poco caro para ser reproducciones (con carné de estudiante más
barato). Dimos una vuelta por Fira y comemos en el Eliá (cuyo significado en
griego es Oliva) en la C/ Erithrou Stavrou, 35 €, bastante barato teniendo en
cuenta lo caro que es Fira, aunque es verdad que con las calores comimos a base
de entrantes, nada de platos consistentes. Recomendable.
De camino al hotel compramos
baklavá, un dulce hipercalórico y muy bueno que habíamos comido ya en Estambul.
Por la tarde fuimos a ver el atardecer de Oia, con parada previa en la playa de
Vourvoulos, de arena y piedras volcánicas negras; esta vez llegamos a tiempo y
la verdad es que nos decepcionó un poquito que estuviese aquello lleno de
turistas (hasta aplauden al final), así que mejor buscarse otro sitio para ver
las puestas de sol, hay muchos y menos saturados.
Cenamos en el restaurante
Blue Sky, al lado de el del día anterior y recomendable: ensalada, pasta y
pasticcio, 34,20 €. Vuelta por Oia y al hotel.
Jueves, 9 de Julio
Nos levantamos temprano para
visitar la antigua Thera, fundada por los dorios en el s. IX a. C. http://www.sacred-destinations.com/greece/santorini-ancient-thira.htm. Se coge dirección Kamari y
una vez cerca de la playa hay carteles que indican el camino, una auténtica
culebra con curvas de morirse, en regular estado. Nos temíamos que no hubiese
aparcamiento arriba, pero sí, lo hay y amplio. También hay un bus que sube, e
increíblemente hay gente que sube andando, y es un buen trecho con un solano
que no veas. La entrada 2 €. Interesante el yacimiento, el entorno magnífico,
está a una altitud de 369 mts. sobre el nivel del mar, las vistas son
estupendas, pero el calor hizo que no disfrutara del momento al cien por cien,
un torrao impresionante.
Después desayunamos en la
playa de Kamari con buenas vistas en la playa. Llegan unos funcionarios
flexómetro en mano midiendo si se respetaba el espacio destinado a las sillas y
mesas exteriores de cada bar. El bar que midieron primero era el nuestro y por
la cara del dueño y de los funcionarios y el rápido movimiento de brazos de las
partes implicadas mientras hablaban, aquello no cumplía la normativa ni de
coña.
De ahí nos fuimos dirección
Mesa Gonia para visitar la Iglesia de Panagia Episkopi, muy bien indicada, pero
es más rápido cogiendo un carril que hay a la izquierda, justo pasada la
gasolinera. Está construida sobre las ruinas de la sede episcopal que el
emperador Alejo I fundó en el s. XI. La iglesia nueva conserva el magnífico
iconostasio del edificio original, esculpido en mármol, así como algunos de sus
excepcionales frescos del s. XII en las bóvedas. Tiene un patio con muchas
plantas muy agradable.
Enfrente un cementerio y
otra de las cientos de iglesias que salpican las Cícladas, de cúpulas añil y
campanario.
Después nos fuimos en
dirección Pyrgos para visitar el monte Profitis Ilias, el punto más alto de la
isla, a 567 metros, así que la panorámica es estupenda, se ve toda la isla, hay
un monasterio, pero no nos dejaron entrar por no vestir recatados.
Después salimos en dirección
Emborio, que no nos pareció gran cosa y de ahí marchamos a la Red Beach. Es
preciosa, pero una vez vista comprobamos que no había donde comer (tal y como
ponía en el cartel del aparcamiento antes de la caminata que hay que darse para
llegar), así que nos fuimos a Akrotiri donde comimos ensalada, saganaki (queso
frito), berenjenas fritas y una ración enorme de giro por 29 € con
propina.
De ahí a las calas
solitarias cerca de Vlichada (las hay de todos los ambientes); nosotros nos
decantamos por una totalmente solitaria, con arena-piedras que se hincaban en
los pies, pero con un agua que invitaba al baño, así que aceptamos sin dudarlo.
Un lujo una playa para nosotros solos.
Volvimos a Fira, ducha,
compras, supermercado, internet, y puesta de sol en nuestra magnífica
terraza.
Cenamos en un giro, el más céntrico
y ruidoso de toda Fira y nos tomamos la últimas copas en nuestra maravillosa
terraza.
Mañana salimos para Atenas con toda la pena del mundo, porque Santorini, a pesar de su masificación turística,
sobre todo cuando llegan los cruceros, es un sitio idílico, y a determinadas
horas, cuando solo te encuentras a los lugareños es un lujazo estar allí,
volveremos seguro. Os recomiendo si venís alojaron en un sitio con vistas a la
caldera, el espectáculo matutino y al atardecer está garantizado.
Me encanto tu descripción de tu viaje. Es la primera vez que entro en tu blog y me parecio muy entretenido. Voy a seguir leyendo sus aventuras, son tan claras que es como si estuviera en ese lugar.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario y por lectura. Un saludo!!!
ResponderEliminarMuy interesante tu post de Santorini, nosotros vamos a final del verano, esperemos nos guste porque no conocemos nada de Grecia (de momento).
ResponderEliminarSaludos de gaditano a gaditana.
Os gustará Santorini, el único punto negativo es la masificación cuando llegan los cruceristas, por lo demás una isla preciosa. Espero que disfrutes de tu estancia en Grecia y muchas gracias por tu visita al blog y al comentario. Buen veranito gaditano!
ResponderEliminarQué envidia sana, Calíope. Preciosa!!! De las islas sólo conozco Creta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un lugar único del que tengo muy buenos recuerdos, sobre todo de las vistas de la caldera al anochecer y del pueblo tan blanco! Preciosa isla!
ResponderEliminarMe ha encantado tu entrada. Santorini es uno de los destinos que escalan posiciones en mi lista de tareas pendientes. Un saludo!
ResponderEliminarA pesar de las masas, a pesar de que no me gustó nada lo de los burros ni los quads por todas partes y a pesar de los pesares, Santorini me encantó. Es una isla bellísima, un sueño. Y sus puestas de sol tienen la fama bien merecida.
ResponderEliminarMaravilloso Caliope.
ResponderEliminarMadre mia que pedazo de post! Vamos, si te llego a conocer antes no me tengo que pasar dias y dias buscando info de la isla, hasta me hice en su dia un mapa interactivo de la isla en google maps (https://www.google.com/maps/d/edit?mid=zEOidOyI5zYY.kqPVKQD3bgbE&usp=sharing) pero nada comparado con las imágenes que tienes en el artículo.
ResponderEliminar